Los periodistas húngaros exigen acceso a las salas del hospital de COVID-19

Un total de 28 medios de comunicación húngaros, ya prácticamente marginados por un gobierno que, según los críticos, ha utilizado la pandemia de COVID-19 para reprimir a la prensa, han exigido un mayor acceso a los hospitales para que los periodistas puedan informar sobre el aumento de casos y muertes.

La petición no fue atendida. Sólo los medios de comunicación estatales húngaros han podido acceder a las salas donde se encuentras los enfermos de coronavirus.  Los periodistas se quejaron de que el gobierno prohibió al personal médico hablar con ellos, haciendo imposible escribir sobre el empeoramiento de las condiciones.

"Los médicos y las enfermeras no están autorizados a hablar en público, mientras que a los miembros de la prensa no se les permite entrar en los hospitales, por lo que no podemos informar sobre lo que ocurre allí", afirman en una carta abierta estos medios de comunicación.

"Como la gente no tiene acceso a esta información, muchos siguen restando importancia a los peligros de la pandemia y no observan las medidas de protección, lo que conduce a más enfermedad y, por tanto, a una exacerbación de la pandemia", añade la carta.

Viktoria Serdult, reportera del medio de comunicación online HVG, uno de las firmantes de la carta, declaró a The Associated Press que el acceso a esta información "es un derecho básico para todos y también puede contribuir a salvar vidas".

"No es nuestro trabajo crear pánico, pero la falta de información puede tener graves consecuencias", dijo Serdult, ya que el aumento de muertes y hospitalizaciones por COVID-19 ha puesto en apuros a los hospitales públicos.

"Este es otro clavo en el ataúd de la libertad de prensa y el periodismo independiente en Hungría", señaló Lydia Gall, investigadora principal para Europa y Asia Central de Human Rights Watch.

"Los médicos y las enfermeras no son libres de hablar con el público, mientras que a los periodistas no se les permite entrar en los hospitales, por lo que no podemos evaluar lo que ocurre allí", afirman los medios afectados en su carta.

Los medios de comunicación también piden que se les incluya, en persona o digitalmente, en las sesiones informativas virtuales para la prensa del Grupo de Trabajo de Emergencia de Hungría, que, según ellos, selecciona las preguntas enviadas de antemano para evitar que se les cuestione

"Para mí es desconcertante que no hayan introducido un sistema que permita a los periodistas asistir a estos encuentros online", dijo Serdult.

La pandemia se ha extendido a pesar de que Hungría cuenta con una de las campañas de vacunación más exitosas de la UE, en la que se han vacunado dos millones de personas, más del 20% de la población. Al país han llegado adicionalmente 250.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V.

El portavoz del Gobierno, Zoltan Kovacs, escribió en Facebook: "deberíamos curar (a los pacientes) en los hospitales en lugar de usar cámaras". Asimismo acusó a los "portales de izquierdas" de difundir noticias falsas y "desacreditar el sistema sanitario".

"Este es un día oscuro para la libertad de prensa en Hungría", ha declarado Scott Griffen, director adjunto del Instituto Internacional de Prensa (IPI). "Viktor Orbán tiene ahora otra herramienta en su arsenal para silenciar lo que queda de la prensa independiente del país".

Varios días antes, la Comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa (COE), Dunja Mijatović, advirtió: "los efectos combinados de una autoridad reguladora de los medios de comunicación controlada políticamente y la intervención estatal distorsionadora en el mercado de los medios de comunicación han erosionado el pluralismo de los medios y la libertad de expresión en Hungría."

El Consejo de Europa emitió una declaración en la que manifiesta su preocupación y alarma “por las sostenidas campañas de desprestigio contra los defensores de los derechos humanos y los periodistas de investigación, que se llevan a cabo con el objetivo de sofocar a la sociedad civil y enviar un claro mensaje de que habrá represalias rápidas contra cualquier forma de crítica al gobierno".

La UE se ha limitado a hacer declaraciones, comunicados de prensa y tuits, mientras que los críticos afirman que Orban ha atropellado la libertad de prensa y ha intentado eliminar los medios de comunicación independientes para tener medios progubernamentales.

En septiembre de 2020, un informe del International Press Institute señaló que Orban, que lleva una década de guerra contra la prensa, estaba utilizando la pandemia para reforzar el control de su gobierno sobre los medios de comunicación independientes y ocultar el mal manejo de la COVID-19.

"Orban puede ver que la prensa supone una seria amenaza para la popularidad gubernamental a través de la revelación de los errores en el manejo del virus", dijo a IPI Péter Krekó, director del Political Capital Institute, un think tank con sede en Budapest.